Mamá nos cría así.

¡Hola!. Pues esta semana, que ya casi toca a su fin voy a contaros por qué he optado en la crianza por hacer ciertas cosas, que, afortunadamente ahora son cada vez más "normales" y llevadas a cabo por muchos padres y madres. Como he comentado en alguna ocasión, el nacimiento de mi peque mayor puso patas arriba mi controlada existencia,y, aunque me costó muchísimo entender que la maternidad trata de eso, de cambiar tu vida al 200%, creo que al final, elegí el estilo de crianza que mejor se ha ajustado a mi forma de ser. Me gusta ser la mamá que soy, me encanta cómo estoy educando a mis peques. No soy una madre perfecta, gracias a dios, pero soy la mejor madre que puedo ser.

Empezamos....


LA TETA

Sinceramente, nunca pensé que dar teta fuese tan mágico. Las que dais pecho, especialmente las que continuáis más allá de los 4 meses de rigor, me entenderéis a la perfección. ¿Cuándo dais pecho no os embarga una sensación de amor infinito hacia ese pequeñajo que pide teta a cada momento?. He llegado a la conclusión, que pese a los días en los que me agobia mucho el tema de la teta, soy inmensamente feliz de que mis peques disfruten de este maravilloso regalo que es la lactancia.  Con el peque mayor comencé a disfrutar de dar teta un poco tarde, casi cuando quise tirar la toalla, ya tenía unos 5 meses, sin embargo, la vida a veces pone unos enormes pedruscos en el camino, tu peque tiene problemas graves de salud, no has disfrutado tu estrenada maternidad, la teta no está siendo de gran ayuda, la cabeza te da mil vueltas, las dudas acechan... Ahí esta tu peque, que, pese a su "problema", lucha y se aferra a la vida. ¿Entonces que hago yo quejándome todo el día?. Si para el peque, LA TETA ES LO MEJOR PORQUE ASÍ NO SE ENFERMA, toma teta y a disfrutar. Cambio de chip y lactancia prolongada de casi 4 años.

Nace la peque menor. ¿Una tetita, por favor?.

EL COLECHO

Que un pediatra majísimo él, que escribe unos preciosos libros, tenga que abrir tus ojerosos ojos para que te des cuenta la de noches que has pasado en vela, por no dormir en la misma cama que tu bebé.... ¿Dormir juntos?... ¿Y cómo diablos le digo yo al padre que en el lecho conyugal va a haber un okupa?... ¿Qué necesito descansar, que me da igual que se acostumbre, que seguramente tenga que ir a dormir él a la habitación del peque?... NO HAY PROBLEMA, ¿en serio?, y ya da igual si el peque se despierta 20 veces en la noche, tú ni te enteras, por favor que comodidad.

Por cierto, de acostumbrarse nada, cuando nace la peque menor, a colechar con papi para que la enana coleche ahora con mami.

EL APEGO

Porque una cosa fue llevando a la otra instintivamente. Vas criando con respeto, con amor y empatía. Los días se llenan de besos, abrazos, cosquillas y risas. FLOTAS. Flotas tanto que los comentarios de los que te rodean se quedan en el subsuelo, tú flotas. La maternidad sabe a gloria, estás orgullosa de que tus hijos tengan a esta pedazo de madre, te sientes ligera y flotas. Ellos crecen, y tu orgullo de madre es el vivo reflejo de las personitas en las que se están convirtiendo. Por eso, BESA, AMA, RÍE, SIENTE, LLORA, GRITA...

EL PORTEO

Aunque esta opción la descubrí en mi segunda maternidad, la disfruté muchísimo. Mi subconsciente me decía que tenía que ser realmente especial poder llevar a tu bebé pegado a tu cuerpo, sentirlo cerca. Además, lo pruebas y te vuelves fan total de todos los trapitos y mochilas para portear. La gente te mira cuando vas por la calle, pero como tú flotas, plim.

COMPARTIR LA MATERNIDAD VIRTUALMENTE

Creo que sois un apoyo incondicional. Saber que ahí afuera hay muchas madres como tú, que lloran, ríen, se agobian, se equivocan... Que no son perfectas y que sus hijos tampoco lo son. Yo soy una madre en continuo aprendizaje, así que sólo puedo decir bien alto GRACIAS!!!!!.

Un saludo fortísimo.

Imagen extraída de Google.