Han visitado mi rinconcito...

miércoles, 1 de mayo de 2013

Mis dos lactancias "prolongadas"

Hola, creo, creo, que mis tetis, sólo "descansaron", 5 meses. ¿Qué por qué digo esto?, pues veréis, mi peque mayor dejó voluntariamente su teta ( sí, sólo una, la derecha, porque según él la izquierda estaba " mojada" ), cuando ya contaba con 3 años y 7 meses, encontrándome yo, en mi segundo trimestre de embarazo. Recuerdo que, fue él mismo quien soltó su teti, me miró y dijo: " mami, de esta teti no sale leche , sólo sale aire".

Su destete, para mí, fue una sensación rara. Guau, llevábamos casi cuatro años compartiendo este maravilloso regalo que es la lactancia. La teta era nuestro momentito de máxima intimidad, de regalarnos cariño, miradas, cosquillas, besos... Mi niño decidió que había llegado el momento, me costó asimilarlo, pero, respeté su decisión. ¡Qué sensaciones más extrañas me invadieron durante semanas!. Sí, yo echaba de menos, esos momentitos tetiles. Ese sentimiento de amor profundo que se experimenta cada vez que das teta, ese orgullo de que, como madre, le estás regalando vida, amor, seguridad a tu hijo. Un regalo que es recíproco.

Sin embargo, 5 meses después, iniciamos una nueva lactancia, gracias a mi peque menor. Dieciséis meses después, seguimos teteando, hasta que ella decida que, también ha llegado su final.

Lo gracioso de todo esto, es que, hace 5 años, yo era una de esas embarazadas que tenía clarísimo que la teta duraría máximo 4 meses ( jajajajaja ). Mi primera lactancia tuvo unos inicios desastrosos: mi peque se quedaba dormido nada más ponerlo al pecho, tuvimos que superar una hospitalización de 12 días, en los cuales yo no podía estar con mi bebé, introdujeron biberones, mi depresión post parto, las opiniones de madre y suegra, tías, padre y demás, entendidos en cómo criar, ser primeriza y estar mal informada, no confiar en tu cuerpo, desconocer que mi peque no se quedaba con hambre, que lo normal es querer brazos, dormir con mamá... Menos mal que descubrimos a San Carlos González, nuestro salvador. A partir de la lectura de sus libros, me di cuenta que teta, colecho y apego, eran lo que mi peque y yo deseábamos hacer, que mi peque no hacía nada raro, no tenía esa horrorosa enfermedad llamada "mamitis" , tampoco es que fuese madrero, no pasaría nada por darle teta cada vez que pidiese, no era ningún vicio, no me estaba usando de chupete. Y, ¡comenzamos a dormir!, ¡siiiiii!, a mi lado, cerquita, barra libre toda la noche, pfff, total, ni me enteraba. Ahora sí estaba disfrutando de mi maternidad.

La lactancia de la peque menor, está siendo maravillosa. Tengo experiencia, las ideas claras, instinto.

Creo, que para que una lactancia sea exitosa, debes querer y desear dar teta. Debes tener muy claro qué es dar teta, lo que esta maravillosa experiencia significa. Saber que un bebé jamás se queda con hambre porque tus pechos producen la cantidad suficiente de leche. Que un bebé no llora únicamente de hambre, necesita, protección, cariño, amor, sentirte cerca, es un instinto de supervivencia. Que el sueño de los bebés es diferente al de un adulto, que no se despierta porque sea culpa de la teta.

Yo me siento poderosa cuando doy de mamar, satisfecha, me siento madre, mamífera, siento que doy amor, protección, cobijo.

Recibo amor, caricias en la panza, en mi brazo, en mi cara.

Gracias hijos míos por hacer que yo, sea una madre mejor.

Os quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario